25 de abril de 2011

Amor, ya no creo en la casualidad

Ya no creo en la casualidad, tu mi amor, una parte de mi corazón, de mi ser y mi profundidad.
Que nuestro amor perdure en el tiempo, tan violento y condenado.
Yo quiero mi camino pavimentar, ir de tu mano en mis calles de felicidad.
Nacer de nuevo, para mí eso fue nuestro encuentro.
Ya solo quiero vivir y ser feliz, contigo mis sueños vuelan en el aire de tan magnifica sentimentalidad.
Soñé con conocer a alguien como tú, a alguien que me diera lo que tan solo tú sabes dar.
Volaré, y cantaré sin temores, que lo nuestro es lo mas hermoso en las cuatro flores.
Ay! Amor, eres tú lo mejor que me ha pasado, y yo se que juntos no habrá mas que lo añorado.
El deseo de ser feliz es lo mas lindo por compartir.

24 de abril de 2011

Trovador de amores sin amor

Son tantos los amores del buscador, de aquél caminante lleno de sueños, esperanzado con algún dia encontrar el verdadero, son tantos los deseos del soldado de la guitarra, son muchas las lunas que han pasado desde que ha conocido el mayor de sus amores, pero la única tan solemne y solitaria, su guitarra.

Tanto se pegó su corazón a la madera inerte que mejor sería la muerte antes que el arrebato de su preciada arte, muchos son los viajes, muchas son las mujeres, pero ninguna la amante.

Tantas noches que han pasado con la esperanza pero sin los resultados esperados, que como en toda historia, no hay mitad que no pueda ser completada, no hay corazón vacío que no pueda ser rellenado.

La conoció como si fuera cualquier otra con la que había pasado tantas lunas, una más, otra cualquiera que sumar al cuaderno de búsqueda, utilizando su técnica de trovador moderno, con una guitarra y un mensaje de paz, para así conquistar una musa más. Tocó con su tranquilidad de siempre alrededor de una fogata, como tantas veces lo había hecho, pero sucedió lo inesperado, ella se puso a bailar alrededor de él, tan solo pensó que sería una reacción más, tan común como cualquier otra, pero poco a poco se vio hipnotizado por su belleza danzante, como la de una fogata ardiente, llena de vida y fuerza, de belleza y pasión.

Después de tantas noches frias, con otros cuerpos tan frios como la propia belleza pálida de la luna muerta, por fin un cuerpo cálido del cual absorver la mayor calidez espiritual, jamás encontrada por su trovador.

Es amor, lo que por fin llegó, es amor lo que tanto añoró, por fin lo abrazo, y tanto lo que lo soñó que hasta el mismo se sorprendió de lo que estaba sintiendo, al despertar a la mañana siguiente de esa dulce noche de amor, se asustó un poco al darse cuenta de que ella ya no estaba en su cama, buscó por cielo mar y tierra, pero no la encontró por ningún lado, desesperado volvió adonde la conoció, y allí la encontró, le bailaba a otro más, a otro como él, a otro guitarrista cualquiera y ordinario.

Allí en ese entonces comprendió lo que tantas veces hizo sufrir a otras mujeres con el mismo sueño de amor que él, aprendió que a veces su mejor amiga y amante, puede llegar a ser su peor enemiga y tramadora de sus peores desilusiones.

20 de abril de 2011

Los sin alas, pero con patas

Erase una vez un ave que nació sin alas, despreciado por sus hermanos tuvo que resignarse a no poder volar y aceptar los insultos de los demás por su extraña diferencia. Sus hermanos siempre lo empujaban al lago, a que se ahogara por su desgracias, después de tantas y dolorosas torturas, logró así y con mucho esfuerzo aprender a nadar tan solo con sus patitas, cosa que las demás aves no podían hacer, se perfeccionó en aquello y dedicó el resto de su vida a vivir entre los peces, sin dejar de agradecerles a sus hermanos por tratar de ahogarlo, y mostrarle esta vida marina llena de hermosuras que en el aire jamás se podría tener.


La vida es hermosa en la medida que nosotros la disfrutemos, en la misma medida en que nosotros nos superemos, no hay sentido de vivir si uno no tiene por que luchar, los problemas están para superarlos, y así tomar decisiones, si nos equivocamos aprendemos, si lo hacemos bien, ya sabemos como hacer las cosas.


Que no se deje la felicidad que uno busca, por que a otros les parezcamos incorrectos.

18 de abril de 2011

Nosotros, la plaga

Así somos nosotros, consumistas y materialistas.
Egoístas y traicioneros.
En destrucciones somos pioneros.
Que en nuestra hambre de matar matemos a todas las especies, nos esperan en la lista.


Tú animal enjaulado en tu terno.
Desquitando tu insaciable apetito con el mundo.
Tú bestia civilizada.
Acabando por dinero con lo bueno.


Cabezas descabezadas.
Lideres por dinero.
Civiles endeudados.
Realidad común.
Sociedad sin razón.
Egoísmo testarudo.
Tú y yo, seres humanos.
Nosotros una plaga más.
El hombre no sabe mas que consumir lo que desea.
Pero no sabe cuidar lo que ama.

Tú, mi amor.

Amor mío, llevo tanto tiempo con mi corazón feliz, y todo gracias a ti. No hay nada mas hermoso que amar, y ser amado, la armonía de mi alma a tu lado, no se compara con nada que haya sentido antes.


Esos labios tan perfectos, y esos besos tan dulces, no hay dulzura comparable con el sabor de tus preciosos labios.


No hay abrazos mas cálidos que los de dos enamorados, que de nosotros, tu mi preciosa, mi musa, y mi inspiración.


Son tantos los días que he pasado a tu lado, pero no hay cosa que no entregara, por estar a tu lado el resto de los míos.


Lo importante que eres para mí, lo profundo que ha llegado tu amor en mi corazón, es lo con la profundidad con la que veo a tus vidriosos ojos.


Es amor lo inconfundible.
Es amor lo inacabable.
Es amor lo más profundo
Es amor lo más perfecto
Es amor lo más deseado
Pero es solo tú amor lo que me hace feliz.

17 de abril de 2011

Es mi ciudad



Su armazón de cemento
Su abestiada belleza
Su furia, su inercia violenta
Su dominio de masas

Mi sentencia mortal
Mi encierro eterno
Mi jungla de cemento
Mi circo romano

Mi tumba profunda
Mi amor perdido
Mis sueños ahogados
Mis pesadillas

Eres tu, mi cementerio
Eres tú, mi peor pesadilla
Eres tú, a quien le temo
Pero eres tú, mi triste realidad


La inmortalidad del sujeto

Y así comenzaba un día como cualquier otro, tan monótono, que hasta levantarme parecía aburrirme, lo primero que recuerdo de ese momento fue el pensamiento fugaz de como sería la muerte, que era, como era, y cuantas preguntas más que no tienen ni tendrían respuestas, que tan solo en un segundo de existir pueden cambiarte la vida, pero al minuto el cambio es tan irrelevante que ni lo recuerdas.

Así fue como empezó el día, con ese pensamiento, había algo extraño esta vez, eso debo reconocerlo, creo que era tan solo el hecho que no podía dejar de pensar en la muerte, supuse que pronto lo olvidaría, me bañe lentamente, para asegurar que mis pensamientos fueran acordes a lo que me tocaba en el día, por poco grito al darme cuenta que me faltaban tantos trabajos por entregar, creo que eran unos trece o más, lo peor fue que me di cuenta que para hoy debía de tener terminados por lo menos cinco, y tan solo llevaba uno, y a medias.

Cuando había terminado ya de bañarme y vestirme, fui a tomar desayuno como todas las mañanas, miré por la ventana y el día parecía estar mas gris de lo normal, aunque con cierto destello de alegría que era imposible no notar, pero que me dejo algo extrañado.

Tome las llaves del auto, salí y puse las llaves en la chapa y la gire lentamente, pensando en la inmortalidad del cangrejo, una vez que cerré, me dispuse a revisar, como de costumbre, que el agua estuviera cortada al igual que el gas, no quería producir otro accidente, era un terrible recuerdo, que precisamente no quería traer a mi mente, menos aun con los pensamientos tan turbios que hasta mas de un momento en el día me dieron un terrible escalofrío.

Algo raro sentí al entrar al auto, una especie de dolor que me atravesó desde la parte más baja de la espalda, hasta la punta de mi cerebro, el dolor recorrió tan lento, lento como si me enterraran una aguja lentamente en la piel, creando mas y mas dolor, aunque en realidad no se si fue impresión, fue el dolor, o todo estaba tan lento, pero mis sentidos tan alterados en ese momento, no pudieron notarlo. Cuando el dolor llegó al cerebro, todo se vio borroso, la poca visual que a mi edad me quedaba parecía haberse desparramado en una neblina muy espesa.

En ese momento esta neblina, que parecía ser como cualquier otra, tan espesa como las de invierno, como lo son naturales de mi región, empezó poco a poco a cambiar, no solo como se veía, sino también las sensaciones que me empezaron a provocar, los olores, los gritos desgarradores, y la forma que poco a poco comenzó a tomar, derrepente me di cuenta de lo que sucedía, probablemente ya era tarde, pero que se le hará, tendría que resignarme, cerrar los ojos, y esperar que la sombra tan putrefacta u oscura tomara posesión de lo poco y nada que quedaba de mi. En todo ese proceso en todas esas ideas, en todos esos intentos, jamás logre acallar los sentidos, parecía empaparme del mas exquisito dolor que habría podido sentir en todos mis años, de un momento a otro, sorprendiéndome, todo brillaba en una luz, igual al brillo de la mañana que se trataba de esconder en el gris cielo, una voz tan dulce como la de una musa me habló, en un idioma tan extraño, si se puede llamar idioma, que no pude entender nada, y como un apagón que no podría explicar, todo volvió al momento en que pensé como seria la muerte. Sentado en la cama, me tome la cara, estaba totalmente fuera de mi, de mi habitual yo, de aquel monótono y rutinario aburrimiento, ya vuelto mi entorno natural.

Me bañe para limpiar los pensamientos que no querían irse, tanto me perturbaron las imágenes que no podía entender que había pasado, y haciendo caso omiso a mis imágenes, me dispuse a tomar las llaves de mi auto, ya bañado y vestido como correspondía para mi trabajo, pero el hecho de mirar por la ventana otra vez, o eso me parecía que había hecho anteriormente, me indico algo que jamás pensé, me advertí, me sentí incapaz de conducir, y me dispuse a caminar hasta el trabajo como normalmente no hacia, al ir en la mitad del camino, un auto perdió el control, se venia sobre mi, y todo corrió tan lentamente, que pude ver en el conductor algo que me horrorizó, era yo, no lo podía creer, pero mas me valía hacerlo, en especial en el momento en que el auto me atravesó, no podía imaginarlo, estaba muerto, era invisible, transparente, podían atravesarme, y derrepente, todo volvió a apagarse, y aparecí en mi cama.

Aun peor, incluso más que con la ultima visión mi perturbación me supero, no lo soporté y me lancé desde el edificio, desde el piso numero quince, cuando estuve a punto de estrellarme todo volvió a ponerse negro y aquí he vuelto a aparecer, llevo días enteros, no puedo arrancar de esta pesadilla, y aquí me encuentro en este escritorio escribiendo, soñando o mas bien esperando que en la realidad alguien pueda leerme y socorrerme, tan solo quiero ser libre.